"The television is 'real'. It is
immediate, it has dimension. It tells you what to think and blasts it
in. It must be right. It seem so right. It rushes you on so quickly to
its own conclusions your mind hasn't time to protest, 'what nonsense!'
(...) Give the people contests they win by remembering the words to more
popular songs or the names of state capitals or how much corn Iowa grew
last year. Cram them full of non combustible data, chock them so damned
full of 'facts' they feel stuffed, but absolutely `brilliant' with
information. Then they'll feel they're thinking, they'll get a sense of
motion without moving. And they'll be happy, because facts of that sort
don't change. Don't give them any slippery stuff like philosophy or
sociology to tie things up with. That way lies melancholy (...) More
sports for everyone, group spirit, fun, and you don't have to think, eh?
“El televisor es 'real'. Es inmediato, tiene dimensión. Te dice lo que debes pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener razón. Parece tenerla. Te lleva tan rápidamente a sus propias conclusiones, que tu mente no tiene tiempo de oponerse, '¡que tontería!' […] Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando las letras de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado o cuánto maíz cosechó Iowa el año pasado. Llénalos de datos no combustibles, lánzales encima tantos ‘hechos’ que se sientan abrumados, pero absolutamente 'brillantes' con la información. Entonces tendrán la sensación de que están pensando, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse, porque los hechos de ese tipo no cambian. Y serán felices. No les des Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos. Por ese camino, se encuentra la melancolía […] Más deportes para todos, espíritu de grupo, diversión, y no hay necesidad de pensar, ¿eh?”.
“El televisor es 'real'. Es inmediato, tiene dimensión. Te dice lo que debes pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener razón. Parece tenerla. Te lleva tan rápidamente a sus propias conclusiones, que tu mente no tiene tiempo de oponerse, '¡que tontería!' […] Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando las letras de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado o cuánto maíz cosechó Iowa el año pasado. Llénalos de datos no combustibles, lánzales encima tantos ‘hechos’ que se sientan abrumados, pero absolutamente 'brillantes' con la información. Entonces tendrán la sensación de que están pensando, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse, porque los hechos de ese tipo no cambian. Y serán felices. No les des Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos. Por ese camino, se encuentra la melancolía […] Más deportes para todos, espíritu de grupo, diversión, y no hay necesidad de pensar, ¿eh?”.
Fahrenheit 451. Ray Bradbury, 1953.