Es conocido por mis familiares y amigos que mi tendencia política es de centro. Con ideas progresistas en lo moral y religioso (soy agnóstico) y liberal (mayoritariamente) en lo económico. Dicho esto, como alguien de centro, me parece que la reforma tributaria planteada por el gobierno de Michelle Bachelet es una de las más agresivas y revolucionarias en los últimos 24 años. Ni Bachelet ni los partidos que la rodean son santos de mi devoción, pero debo reconocer que con esta reforma ha dado un paso gigantesco hacia adelante en lo que nuestro país necesita. Pero... ¿Qué necesita nuestro país?
Bueno, en simple, nuestro país necesita que se fortalezca la competencia en diversos mercados que hoy en día son mercados oligopólicos, en los cuales los precios pueden ser fácilmente acordados, donde la competencia está cuasi amañada, donde las barreras de entrada en algunas industrias son excesivas, donde las empresas pagan una tasa impositiva baja y su rentabilidad sobrepasa el promedio mundial para las mismas industrias (por ejemplo, la rentabilidad de los bancos en Chile ronda el 20%, mientras que en el mundo, no sobrepasa el 8%). Es decir, los mercados imperfectos llevan a estas empresas a tener unas utilidades exorbitantes, por las cuales pagan muy pocos impuestos.
La reforma tributaria impulsada por el actual gobierno no apunta al corazón de la imperfección, pero si le pega muy cerca. Se dice que daña a las Pymes al eliminar el FUT, lo cual es totalmente falso, ya que a las Pymes no les da para tener FUT. Genera un mecanismo de depreciación acelerada que beneficia a la totalidad de las empresas (incluyendo a las Pymes). Aumenta el impuesto específico a bebidas azucaradas y Alcoholes, lo cual es tremendamente positivo. Aplica IVA para la venta de casas sobre 2.500 UF (lo cual nadie puede decir que eso es clase media, "media"... las familias con casas de esos valores, sobre los $60.000.000, no son precisamente clase media-media)
Para lo que se va a usar la recaudación de esta reforma también es digno de destacar, es decir, su finalidad es noble. A pesar de no estar de acuerdo con la educación superior gratuita universal, valoro que este gobierno se la "juegue" por sus ideas. Creo que es un punto de vista totalmente válido el de la educación como un derecho... y como tal debiera ser gratuita para todos, incluyendo a los más ricos (porque si es un derecho, aplica para todos, obvio). No sé qué tan aplicable será esa medida, pero al fin y al cabo nadie puede negar que la finalidad no es negativa.
En la vereda opuesta, para variar, está la derecha chilena, criticando con todo a esta reforma tributaria, con folletos, videos y cuánta cosa puedan tener a su disposición. Es lamentable que no se den cuenta que están haciendo el ridículo, por una cuestión muy simple. Es díficil convencer a la gente de que deben pagar por la educación "por el bien de Chile" (según ellos), en pos de la opción contraria, es decir, que la educación sea gratuita (no tiene sentido pagar por algo que te ofrecen gratis). Con ese tipo de actuaciones, la derecha chilena lo único que está haciendo, mediáticamente hablando, es caer en un espiral de desacreditación pública. Pareciera que viven en el Chile del 1900, no son capaces de flexibilizar sus ideas ni menos de percatarse de que el escenario político y social en Chile cambió... y al parecer, cambió para siempre. Si no eres capaz de darte cuenta de eso y seguir hablando las mismas sandeces por los medios de comunicación, el resultado final será lamentable para ellos, ya que no volverán al poder en un buen tiempo (¿décadas?).
Cuándo no se es capaz de reconocer que Chile necesitaba urgente una intervención estatal del tipo tributario, para hacer otra intervención totalmente necesaria al sistema educacional chileno y al sistema de salud, significa que se pasó del ámbito de las ideas al ámbito de los dogmas. En estos momentos la UDI es un partido totalmente dogmático, el cual ha cerrado sus ojos a lo que sucede en la vida real. Transformaron sus ideas en sus dogmas, incapaces de visualizar el cambio de escenario en lo político, social y económico.
Así como van, están destinados a la desaparición, cual Blockbuster ante internet y los servicios de movie streaming.
Bueno, en simple, nuestro país necesita que se fortalezca la competencia en diversos mercados que hoy en día son mercados oligopólicos, en los cuales los precios pueden ser fácilmente acordados, donde la competencia está cuasi amañada, donde las barreras de entrada en algunas industrias son excesivas, donde las empresas pagan una tasa impositiva baja y su rentabilidad sobrepasa el promedio mundial para las mismas industrias (por ejemplo, la rentabilidad de los bancos en Chile ronda el 20%, mientras que en el mundo, no sobrepasa el 8%). Es decir, los mercados imperfectos llevan a estas empresas a tener unas utilidades exorbitantes, por las cuales pagan muy pocos impuestos.
La reforma tributaria impulsada por el actual gobierno no apunta al corazón de la imperfección, pero si le pega muy cerca. Se dice que daña a las Pymes al eliminar el FUT, lo cual es totalmente falso, ya que a las Pymes no les da para tener FUT. Genera un mecanismo de depreciación acelerada que beneficia a la totalidad de las empresas (incluyendo a las Pymes). Aumenta el impuesto específico a bebidas azucaradas y Alcoholes, lo cual es tremendamente positivo. Aplica IVA para la venta de casas sobre 2.500 UF (lo cual nadie puede decir que eso es clase media, "media"... las familias con casas de esos valores, sobre los $60.000.000, no son precisamente clase media-media)
Para lo que se va a usar la recaudación de esta reforma también es digno de destacar, es decir, su finalidad es noble. A pesar de no estar de acuerdo con la educación superior gratuita universal, valoro que este gobierno se la "juegue" por sus ideas. Creo que es un punto de vista totalmente válido el de la educación como un derecho... y como tal debiera ser gratuita para todos, incluyendo a los más ricos (porque si es un derecho, aplica para todos, obvio). No sé qué tan aplicable será esa medida, pero al fin y al cabo nadie puede negar que la finalidad no es negativa.
En la vereda opuesta, para variar, está la derecha chilena, criticando con todo a esta reforma tributaria, con folletos, videos y cuánta cosa puedan tener a su disposición. Es lamentable que no se den cuenta que están haciendo el ridículo, por una cuestión muy simple. Es díficil convencer a la gente de que deben pagar por la educación "por el bien de Chile" (según ellos), en pos de la opción contraria, es decir, que la educación sea gratuita (no tiene sentido pagar por algo que te ofrecen gratis). Con ese tipo de actuaciones, la derecha chilena lo único que está haciendo, mediáticamente hablando, es caer en un espiral de desacreditación pública. Pareciera que viven en el Chile del 1900, no son capaces de flexibilizar sus ideas ni menos de percatarse de que el escenario político y social en Chile cambió... y al parecer, cambió para siempre. Si no eres capaz de darte cuenta de eso y seguir hablando las mismas sandeces por los medios de comunicación, el resultado final será lamentable para ellos, ya que no volverán al poder en un buen tiempo (¿décadas?).
Cuándo no se es capaz de reconocer que Chile necesitaba urgente una intervención estatal del tipo tributario, para hacer otra intervención totalmente necesaria al sistema educacional chileno y al sistema de salud, significa que se pasó del ámbito de las ideas al ámbito de los dogmas. En estos momentos la UDI es un partido totalmente dogmático, el cual ha cerrado sus ojos a lo que sucede en la vida real. Transformaron sus ideas en sus dogmas, incapaces de visualizar el cambio de escenario en lo político, social y económico.
Así como van, están destinados a la desaparición, cual Blockbuster ante internet y los servicios de movie streaming.