Escribo esta columna (o entrada de mi blog predilecto) como una persona sólo endeudada con el sistema bancario universitario, por haber financiado parte de mi carrera profesional con crédito. Afortunadamente obtuve becas de excelencia por rendimiento que me permitieron usar "moderadamente" este crédito.
Esta será una de los pocas columnas que encontrarán en este blog que se basan en un subjetivismo propio de los ideales de su escritor (es decir, yo).
Existen personas que no pueden vivir sin endeudarse, básicamente porque llevan un estilo de vida incoherente con su renta. Es decir, en su diario vivir gastan más de lo que generan. Razones hay varias:
1. Su renta, en teoría, no les alcanza para obtener una vivienda de X costo. La compran igual, se endeudan con una entidad bancaria y, terminan pagando un dividendo (o cuota hipotecaria) que no pueden sostener con el tiempo, cayendo en impagos (con los consiguientes problemas que esto acarrea)
2. Además de lo anterior, deciden tener un vehículo para el traslado (en detrimento de usar el transporte público, básicamente por comodidad). Dentro de lo limitada de su educación financiera, optan por financiarlo con créditos automotrices o créditos de consumo (la opción más cara). Hasta ahí, no hay ruido, ¿qué tiene de malo tener auto? Pues bien, no tiene nada de malo, de hecho es muy cómodo tener un automóvil. El punto está, en que básicamente para tener unas finanzas equilibradas jamás debo comprar algo que no puedo pagar (o no se me ocurre cómo pagarlo), por tanto, los automóviles de última generación o que escapan al presupuesto, deben quedar fuera de la lista de "artículos comprables", si es que no genero una fuente adicional de ingresos. ¿Qué pasa si no? Bueno, se termina pagando una elevada cuota mensual del crédito automotriz o de consumo, generalmente asociada a altas tasas. Sumado a la cuota hipotecaria ¿Entretenido, no? (sin contar los gastos por la mantención del automóvil, cambio de aceite, idas al taller mecánico para arreglar problemas varios, cambio de llantas, revisión técnica, cuotas mensuales de los seguros automotrices, bencina, pago de autopistas, tag y un largo etcétera)
Es decir, si no se sabe o no se respeta el límite de los bienes o servicios a los cuales uno puede optar de acuerdo a los ingresos que uno genera, la lógica indica que se caerá en deudas sucesivas por tratar de solventar un estilo de vida que no está acorde con la renta obtenida. (bicicleta financiera, es decir, pedir créditos para pagar deudas, o más fácil, si es que suena enredado: pagar deuda con deuda)
3. Si a lo anterior se le suman gastos tales como Internet, TV de pago, Teléfono móvil de última generación (IPhone, Samsung Galaxy, y cuanta tecnología más que no sabría describir) con planes que distan de ser "baratos", vamos sumando a los costos fijos mensuales.
4. El peor escenario se configura con la existencia de hijos. Aquellos infantes que la gran gracia que tienen es que gastan sin producir absolutamente nada. Es decir, son de por sí generadores de rentabilidad negativa (en un artículo posterior pendiente expondré el costo de tener hijos y la rentabilidad asociada a aquello, peor si es más de uno. Mejor si ese hijo termina siendo un Lionel Messi, por ejemplo, aunque las probabilidades son bajas)
Por tanto, el escenario es simple. La razón de ser para tomar alguna deuda, es financiar la obtención de un bien o servicio el cual no puedo o no quiero costear con la liquidez que poseo. Ante lo cual opto por un financiamiento externo, el cual solventaré a través de cuotas en un cierto periodo. El punto está, en si puedo sostener un ritmo de pago acorde a los bienes y servicios que estoy obteniendo con mi renta mensual. Si la respuesta es si, bueno, no hay problema. Siga así... trabaje para pagar sus deudas. Si la respuesta es no ¿Por qué, si no puede solventar el pago de esa deuda, opta por comprar ese bien o servicio de igual forma? ¿Acaso no le enseñaron educación financiera?
Básicamente las empresas caen en default (quiebra) por falta de líquidez. Es decir, no tienen dinero para pagar las deudas en el corto plazo. Así como las empresas, las personas también caen en default. Las personas naturales debieran manejar sus finanzas tal cual lo hacen las empresas... De hecho funcionan casi igual (en términos generales). En la práctica, no sucede así.
Tampoco se trata de llevar una vida austera y terminar viviendo con lo básico. Sino que erradicar los pensamientos "pobres" por pensamientos "proactivos". En vez de pensar: "No puedo comprarlo porque es muy caro" se debe pensar: "¿Cómo puedo costear aquel bien o servicio?" "¿Qué puedo hacer para costear la compra de aquello que ansío tanto tener?" No pensar a priori que no se puede costear, sino que buscar la forma de costearlo (obviamente no recurriendo a deuda para solventar ese gasto)
Aquí las palabras claves son dos: Vender e Inversión. Puede aplicar el "comprar barato y vender caro" a algún artículo o servicio en particular que pueda ud. proveer con el fin de aumentar sus ingresos. Además, podría aplicar la palabra inversión pra aumentar su renta a partir de invertir en el mercado de valores o en bienes raíces. Piense en el dinero como una semilla. Si ud. la siembra puede replicarse en un macetero. Puede sembrar $100 y de su macetero saldrán $150... Es decir, ver al dinero como un instrumento que se puede multiplicar aplicando las medidas necesarias.
Además, socialmente estamos sometidos a fechas que llaman a un continuo consumo masivo, a modo de ejemplo (si tiene hijos es peor), desde comienzos de año:
1. Enero
- Gastos por vacaciones
2. Febrero
- Gastos por vacaciones
3. Marzo
- Uniforme de los niños (si es que tiene hijos)
- Permiso de circulación
- Útiles escolares
4. Abril
- Semana santa. Posibles viajes a visitar seres queridos o tomarse algunos días de descanso fuera de casa.
- Comidas típicas de semana santa (pescados y mariscos)
5. Mayo
- Día de la madre. Por definición, el segundo día que más se gasta en Chile después de navidad.
6. Junio
- Día del padre.
7. Julio
- Vacaciones de invierno de los niños (aumentan los gastos al tenerlos dos semanas entretenidos)
8. Agosto
- Día del niño
- Regreso de las vacaciones de invierno. Nuevos útiles escolares. Algunas veces hasta hay recambio de uniforme escolar o cambio de zapatos
9. Septiembre
- Fiestas patrias. Mucha gente se endeuda en este periodo para pasar unas fiestas patrias como la gente...
10. Octubre
- Mes tranquilo, de apretar el cinturón, después de los dantescos gastos de septiembre
11. Noviembre
- Mes tranquilo, de ahorro para navidad
12. Diciembre
- Navidad y Año nuevo. Festividades que logran que los chilenos lleguen a gastar en promedio la mitad de su sueldo. Como están endeudados, y tienen que pagar los gastos diarios de "estar vivos". Obviamente con lo que queda del sueldo no alcanza para solventar los gastos de estos periodos. Por lo cual optan por tomar créditos de consumo que en esta época son como ázucar para las hormigas... Los bancos e instituciones financieras colocan su mejor cara para atraer a estos pichones deseosos de unos pesos. Da lo mismo la tasa de interés que les cobren, no tienen idea qué es eso, ni les interesa aprender a cálcular un interés compuesto... solamente les interesa que les pasen el dinero de su crédito y empezar a pagar la cuota en un tiempo lo más alejado posible del mes actual (lo que ignoran es que suman mayores intereses al diferir la cuota... bah!, pero qué importa... si lo comido y lo bailado no lo quita nadie!)
Bueno, Felices Fiestas!!!
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