martes, 13 de agosto de 2013

El País de los Simulacros - Parte I


En los últimos meses, se ha iniciado una seguidilla de simulacros de catástrofe de distinta índole a lo largo de nuestro país. Simulacros que han estado presentes desde hace muchos años en el diario vivir, partiendo de la famosa "operación Daisy" en nuestro colegio y que se mantiene hasta la actualidad. Chile, como país es especialmente dado a realizar este tipo de ficción. Y, no solamente en este tipo de ámbitos. La humanidad entera goza recreando o simulando vivencias o acciones que han ocurrido o pueden ocurrir en la realidad. Y de una forma más artística, recrea vivencias o situaciones de fantasía a través del teatro o el cine.

Dado lo anterior, me ha llamado la atención la seguidilla de simulacros de tragedias varias, con el fin último de preparar a la población para reaccionar de manera efectiva ante este tipo de eventos.

Algunos que se han realido este año: Simulacros de terremoto en Antofagasta, Arica, Ancud, Cauquenes, todos en distintas fechas. Simulacro de incendio en la cárcel de Talca. Simulacro de incendio en el hospital de Talca. Simulacro de incendio y rescate de bienes en el Museo Naval de Valparaíso... y así suma y sigue

¿Se habrán dado cuenta las autoridades y/o las mentes pensantes detrás de estos simulacros que las personas, ante un evento de índole mayor, llámese un terrremoto grado 8, tsunami o incendio de gran magnitud o todo junto, disminuye su raciocinio a un nivel mucho menor? ¿Conocerán los procesos biológicos que se ejecutan en el cerebro, ante la presencia de una amenaza inminente o potencial de muerte o de peligro a la integridad? ¿Tendrán alguna idea que existe una parte del cerebro llamada amígdala, la cual toma las riendas en esos casos límite y desata emociones extremas de primeros auxilios emocionales, y que lo que menos tiene es de racional?

Bueno, la verdad no creo. El fin primordial de la cantidad de simulacros realizados es, únicamente, mostrar a la población que las instituciones encargadas de manejar estas situaciones son fuertes y confiables a la hora que ocurra uno de estos eventos. Nada más ni nada menos. Sin embargo, justamente, cuando se desató una contingencia mayor, tal como fue el terremoto de febrero de 2010, nadie hizo lo que tenía que hacer, partiendo de la "Gordi" hacia abajo. (Perdón, pero no le puedo decir, Presidenta o ex-Presidenta a ese ícono de la ineptitud)

Una persona que se vea enfrentada a una situación, por ejemplo, de la envergadura que ocurrió en febrero de 2010 (terremoto 8,8° Richter), en la gran mayoría de los casos, tenderá a refugiarse en lo primero que encuentre, tratará de evitar que se le caigan las cosas encima, tratará de no tocar el suelo con los dientes y velará por la seguridad de los suyos (en una segunda derivada). Otros, caerán en una parálisis funcional derivada del colapso de su sistema nervioso. Claramente un simulacro no sirve para este tipo de personas, aunque los hagan participar en diez simulacros mensuales, a la hora del evento "real" son presa fácil del temor, se paralizarán y con un dejo de suerte sobrevivirán por algún acto del azar, si es que no les da un infarto antes.

Después de ocurrido el evento, es poco a lo que hay que temer. En el ejemplo, era muy poco probable que ocurriera un sismo de similar magnitud o mayor que pudiera devastar, aún más, lo devastado anteriormente. La lógica indicaba que en zonas costeras habría un tsunami. Y, nuevamente, las personas en vez de arrancar hacia "espacios en altura" o derechamente hacia los cerros, hizo todo lo contrario, se quedó esperando que las autoridades les dijeran qué hacer... como si lo obvio no fuera suficiente, como si las "operaciones Daisy" de los colegios no se hubiesen efectuado nunca en los últimos 20 años.

Finalmente, en el momento post-terremoto y post-tsunami, entran a jugar variables imponderables. No hay electricidad, probablemente tampoco suministro de agua potable, y las señales telefónicas estarán colapsadas y/o destruídas. Por lo que se genera un completo caos organizacional, ambiente propicio para que se produzcan saqueos a centros de abastecimiento, a centros comerciales y a muchas casas que han quedado solitarias o se han derrumbado. Ante esto, no hay simulacro que valga.

Conclusión: Los simulacros le hacen un honor ridículo a su nombre. Simulaciones de una institucionalidad inoperante y/o inútil que a la "hora de la verdad" muestra su real cara, es decir, la inoperancia en forma de autoridades paralizadas y una población sin sentido común para hacer, lo que por lógica hay que hacer. En última instancia, estas simulaciones justifican los sueldos (en situación de normalidad, sin catástrofe de por medio) de toda esa manga de autoridades del "riesgo" (ONEMI, SHOA, etc.) e ingenieros en prevención de riesgos que, sin embargo, "a la hora de la verdad", cuando se produce un desastre, dan la hora olímpicamente. Ahí es cuando tienen que justificar sus sueldos verdaderamente y no antes. 

Esto es un fiel reflejo de una sociedad de simuladores (ver parte II)

martes, 16 de julio de 2013

De Karl Popper y los cisnes negros

El extracto publicado más abajo, viene del documental: "La filosofía de Karl Reimund Popper". Se puede encontrar en youtube aquí, en 5 partes: http://www.youtube.com/watch?v=vw8TppU4zkA
Viena, noviembre de 1918: Posguerra

De las penurias y necesidades de esa época, Popper extrajo consecuencias que cambiarían su vida.

Abandonó la escuela y se hizo comunista. Más tarde escribió: "Durante dos o tres meses me consideré comunista. Tenía esperanzas en un mundo mejor y más justo"

¿Un mundo mejor, más justo?

En noviembre de 1918 el Imperio se convirtió en República. Popper aprendió una lección de las luchas políticas de aquellos años: Desconfiar de todas las ideologías.

Abandonó el partido comunista y formuló una de las ideas-guía de su vida: "La crítica en lugar del dogma"

Cambió las barricadas por las aulas de la universidad. Tras completar sus estudios con un doctorado en filosofía, Popper llevaba una doble vida: Por las mañanas daba clase, por las noches escribía un libro, en el que aplicaba a la ciencia y la investigación su idea central de la crítica frente al dogma.

El resultado: "Todo nuestro conocimiento es hipótesis. No sabemos, suponemos"

El libro apareció en 1934: "La lógica de la investigación científica". Desde su publicación, se consideraría a Popper uno de los analistas más inteligentes de los métodos de la ciencia.

Lógica de la investigación científica

Por ejemplo, observamos cisnes y vemos que son blancos. De modo que, en algún momento, llegamos a la conclusión: "Todos los cisnes son blancos". Esta afirmación descansa tanto sobre la observación como sobre la suposición. Es decir, a partir de muchos casos individuales se deducen todos los casos futuros, del pasado al futuro, una conclusión inductiva. Y, cuantos más cisnes blancos veamos, más parece confirmarse la verdad de nuestra suposición: "Todos los cisnes son blancos"... Y, de pronto, un cisne negro. Una afirmación que hasta ahora era válida, es, de repente, falsa, falseada.

El problema de la inducción ha ocupado a filósofos y científicos a lo largo de los siglos. Karl Popper le dio la solución. En lugar de la confirmación, Popper propuso la falsabilidad. Es decir, en lugar de la verificación, la falsación. El intento de buscar, conscientemente, errores en todas nuestras teorías.

Popper: "Lo importante es: Yo no niego que muchas teorías nuestras sean verdaderas. Lo único que afirmo es que estas teorías no se pueden verificar con una seguridad completa. Es decir, no podemos alcanzar la certeza. Lo mejor que podemos hcaer es buscar continuamente nuestros errores. Buscar errores, aprender de nuestros errores, es la característica fundamental de la ciencia. A este método se le puede denominar: método crítico"

miércoles, 3 de julio de 2013

De nombres y otras hierbas.


Un debate se tomó por momentos la cobertura mediática centralista de este país: El cambio de nombre a la Av. 11 de Septiembre en la comuna de Providencia, en la región Metropolitana.

¿Las razones del cambio? Son más bien obvias a la luz de los acontecimientos de nuestro país en 1973, con el pronunciamiento militar que dió paso al gobierno militar, en aquella fecha.

¿Por qué tanto alboroto por el cambio de nombre a una calle?

Pues bien, porque en primera instancia los concejales RN y UDI de aquella comuna no concurrieron a la votación, allí se generó esta cobertura "tan mediática". Aparecieron representantes de uno y otro bando comentando la "atrocidad" de tener una calle con ese nombre y el por qué de lo beneficios del cambio. Otros se horrorizaban por el cambio de nombre de una calle emblemática.

Lo cierto es que es un tema de sumo irrelevante, es decir, no genera ningún impacto en la solución de los problemas reales de los habitantes de la comuna de Providencia (más bien hace lo contrario, genera distracción e ineficiencia en la distribución del tiempo de una sesión del Concejo Municipal, tiempo que se podría asignar a la solución de los problemas atingentes de la ciudadanía)... Además, la irrelevancia de la medida y el efecto práctico se manifestará com la ausencia del uso del nuevo nombre. Es decir, la gente le seguirá llamando "Av. 11 de Septiembre" aunque ahora se llame "Nueva Providencia". No porque guste o no el nombre de la calle, sino por la "fuerza de la costumbre". Esto pasa con todas las calles o edificios u objetos que han sido conocidos con el mismo nombre a través de las décadas (de su historia), por lo que el cambio de nombre genera un efecto insignificante, en comparación con el uso cotidiano del nombre habitual de años.

Ejemplos hay varios:

(1) Av. Pajaritos en la comuna de Estación Central. Hace varios años se llama Av. Gladys Marín y... la gente la sigue llamando "Av. Pajaritos". Es cosa de hacer la prueba, tomar un taxi y decir al chofer: "Voy a la Av. Gladys Marín", el chofer arqueará sus cejas, lo mirará raro y le preguntará: "¿Qué? ¿Adonde queda eso?..."

(2) Avda. Cautín en Antofagasta, se pasó a llamar hace más de 10 años, Av. Antonio Rendic... ¿Resultado? Mucha gente le sigue diciendo Av. Cautín, no porque no aprecien a aquel doctor, sino que por la "fuerza de la costumbre".

(3) El Estadio Nacional en la comuna de Ñuñoa. El cambio de nombre fue a: Estadio Nacional "Julio Martinez", en un ataque de sentimentalismo, al acontecer la muerte de este gran y respetable periodista. ¿Resultado? Se sigue nombrando como "Estadio Nacional" y se omite el "Julio Martínez". No porque no se aprecie a "Julito Martínez" sino que por la "fuerza de la costumbre"

(4) Estadio Santa Laura. Actualmente se llama "Estadio Santa Laura Universidad SEK". ¿Cómo le dice la gente?... Adivinen... "Estadio Santa Laura" omitiendo olímpicamente el "Universidad SEK"... ¿Por qué? por la "fuerza de la costumbre"... y así suma y sigue... ejemplos hay muchos de distinta índole.

¿Alguno de estos cambios de nombre ha generado algún avance significativo en la calidad de vida de los habitantes de la comuna o cercanos al lugar?

Lo más probable y lógico es que no, ya que un cambio de nombre, aparte de resultar irrelevante, es inútil para la solución de problemas reales.

Lo anterior demuestra la calidad de algunos políticos de nuestra fauna política criolla.

La alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, está reafirmando, cada vez más, el apodo que muy bien le pusiera el ex-alcalde Labbé de: "Dueña de casa".

miércoles, 2 de enero de 2013

Always it's the same thing...

 Siempre pasa lo mismo... 
Incertidumbre... que se llega a un acuerdo, que no se llega, que si, que no... pasan semanas... meses en este debate. Los mercados internacionales bajan, debido a un aumento de la incertidumbre respecto al acuerdo. Muchos salen de sus posiciones (venden) barato sus papeles, por si acaso pasara algo... En esos instantes, hay personas que salen a comprar muy barato (a los asustados que vendieron) y, esperan que se llegue al acuerdo (porque siempre se llega a un acuerdo)... Los que vendieron asustados se recriminan y hacen la pérdida... Los que compraron son los más vivaces, los que conocen cómo se mueven los mercados, los que identifican una sobrecompra o sobreventa de los mismos, etc... 
Bueno, a esperar el próximo NO acuerdo, para llegar al acuerdo... 
http://www.df.cl/bolsas-globales-se-disparan-mas-de-3-tras-acuerdo-para-evitar-el-abismo-fiscal-en-eeuu/prontus_df/2013-01-02/075916.html