martes, 16 de julio de 2013

De Karl Popper y los cisnes negros

El extracto publicado más abajo, viene del documental: "La filosofía de Karl Reimund Popper". Se puede encontrar en youtube aquí, en 5 partes: http://www.youtube.com/watch?v=vw8TppU4zkA
Viena, noviembre de 1918: Posguerra

De las penurias y necesidades de esa época, Popper extrajo consecuencias que cambiarían su vida.

Abandonó la escuela y se hizo comunista. Más tarde escribió: "Durante dos o tres meses me consideré comunista. Tenía esperanzas en un mundo mejor y más justo"

¿Un mundo mejor, más justo?

En noviembre de 1918 el Imperio se convirtió en República. Popper aprendió una lección de las luchas políticas de aquellos años: Desconfiar de todas las ideologías.

Abandonó el partido comunista y formuló una de las ideas-guía de su vida: "La crítica en lugar del dogma"

Cambió las barricadas por las aulas de la universidad. Tras completar sus estudios con un doctorado en filosofía, Popper llevaba una doble vida: Por las mañanas daba clase, por las noches escribía un libro, en el que aplicaba a la ciencia y la investigación su idea central de la crítica frente al dogma.

El resultado: "Todo nuestro conocimiento es hipótesis. No sabemos, suponemos"

El libro apareció en 1934: "La lógica de la investigación científica". Desde su publicación, se consideraría a Popper uno de los analistas más inteligentes de los métodos de la ciencia.

Lógica de la investigación científica

Por ejemplo, observamos cisnes y vemos que son blancos. De modo que, en algún momento, llegamos a la conclusión: "Todos los cisnes son blancos". Esta afirmación descansa tanto sobre la observación como sobre la suposición. Es decir, a partir de muchos casos individuales se deducen todos los casos futuros, del pasado al futuro, una conclusión inductiva. Y, cuantos más cisnes blancos veamos, más parece confirmarse la verdad de nuestra suposición: "Todos los cisnes son blancos"... Y, de pronto, un cisne negro. Una afirmación que hasta ahora era válida, es, de repente, falsa, falseada.

El problema de la inducción ha ocupado a filósofos y científicos a lo largo de los siglos. Karl Popper le dio la solución. En lugar de la confirmación, Popper propuso la falsabilidad. Es decir, en lugar de la verificación, la falsación. El intento de buscar, conscientemente, errores en todas nuestras teorías.

Popper: "Lo importante es: Yo no niego que muchas teorías nuestras sean verdaderas. Lo único que afirmo es que estas teorías no se pueden verificar con una seguridad completa. Es decir, no podemos alcanzar la certeza. Lo mejor que podemos hcaer es buscar continuamente nuestros errores. Buscar errores, aprender de nuestros errores, es la característica fundamental de la ciencia. A este método se le puede denominar: método crítico"

miércoles, 3 de julio de 2013

De nombres y otras hierbas.


Un debate se tomó por momentos la cobertura mediática centralista de este país: El cambio de nombre a la Av. 11 de Septiembre en la comuna de Providencia, en la región Metropolitana.

¿Las razones del cambio? Son más bien obvias a la luz de los acontecimientos de nuestro país en 1973, con el pronunciamiento militar que dió paso al gobierno militar, en aquella fecha.

¿Por qué tanto alboroto por el cambio de nombre a una calle?

Pues bien, porque en primera instancia los concejales RN y UDI de aquella comuna no concurrieron a la votación, allí se generó esta cobertura "tan mediática". Aparecieron representantes de uno y otro bando comentando la "atrocidad" de tener una calle con ese nombre y el por qué de lo beneficios del cambio. Otros se horrorizaban por el cambio de nombre de una calle emblemática.

Lo cierto es que es un tema de sumo irrelevante, es decir, no genera ningún impacto en la solución de los problemas reales de los habitantes de la comuna de Providencia (más bien hace lo contrario, genera distracción e ineficiencia en la distribución del tiempo de una sesión del Concejo Municipal, tiempo que se podría asignar a la solución de los problemas atingentes de la ciudadanía)... Además, la irrelevancia de la medida y el efecto práctico se manifestará com la ausencia del uso del nuevo nombre. Es decir, la gente le seguirá llamando "Av. 11 de Septiembre" aunque ahora se llame "Nueva Providencia". No porque guste o no el nombre de la calle, sino por la "fuerza de la costumbre". Esto pasa con todas las calles o edificios u objetos que han sido conocidos con el mismo nombre a través de las décadas (de su historia), por lo que el cambio de nombre genera un efecto insignificante, en comparación con el uso cotidiano del nombre habitual de años.

Ejemplos hay varios:

(1) Av. Pajaritos en la comuna de Estación Central. Hace varios años se llama Av. Gladys Marín y... la gente la sigue llamando "Av. Pajaritos". Es cosa de hacer la prueba, tomar un taxi y decir al chofer: "Voy a la Av. Gladys Marín", el chofer arqueará sus cejas, lo mirará raro y le preguntará: "¿Qué? ¿Adonde queda eso?..."

(2) Avda. Cautín en Antofagasta, se pasó a llamar hace más de 10 años, Av. Antonio Rendic... ¿Resultado? Mucha gente le sigue diciendo Av. Cautín, no porque no aprecien a aquel doctor, sino que por la "fuerza de la costumbre".

(3) El Estadio Nacional en la comuna de Ñuñoa. El cambio de nombre fue a: Estadio Nacional "Julio Martinez", en un ataque de sentimentalismo, al acontecer la muerte de este gran y respetable periodista. ¿Resultado? Se sigue nombrando como "Estadio Nacional" y se omite el "Julio Martínez". No porque no se aprecie a "Julito Martínez" sino que por la "fuerza de la costumbre"

(4) Estadio Santa Laura. Actualmente se llama "Estadio Santa Laura Universidad SEK". ¿Cómo le dice la gente?... Adivinen... "Estadio Santa Laura" omitiendo olímpicamente el "Universidad SEK"... ¿Por qué? por la "fuerza de la costumbre"... y así suma y sigue... ejemplos hay muchos de distinta índole.

¿Alguno de estos cambios de nombre ha generado algún avance significativo en la calidad de vida de los habitantes de la comuna o cercanos al lugar?

Lo más probable y lógico es que no, ya que un cambio de nombre, aparte de resultar irrelevante, es inútil para la solución de problemas reales.

Lo anterior demuestra la calidad de algunos políticos de nuestra fauna política criolla.

La alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, está reafirmando, cada vez más, el apodo que muy bien le pusiera el ex-alcalde Labbé de: "Dueña de casa".