miércoles, 15 de diciembre de 2010

Joint venture: Soprole y Nestle. ¿Dónde queda la competencia?


"Según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), a octubre de 2010, Soprole y Nestlé Chile,alcanzan una participación en el mercado de recepción de leche de 26% y 18%, respectivamente. Es decir, en conjunto controlan un 44% del mercado.""

Soprole y Nestlé Chile, presentaron una propuesta de joint venture para manejar parte de sus negocios en el área de lácteos. Cada ente accionista tendría el 50% de la propiedad. De aprobarse el joint venture, esta empresa pasaría a formar parte de Dairy Partners Americas (DPA) la cual es una alianza que mantienen Fonterra (controlador de Soprole) y Nestlé en diversos países de América Latina. Se argumentan economías de escala y una mayor eficiencia para sustentar la alianza entre estas empresas, las cuales generarían eficiencia traída a valor presente de más de $100 mil millones.

¿Lo positivo de esta alianza? El DPA ha fomentado la producción y el aumento de la calidad de la leche en la región. Además se ha presentado un aumento del consumo de lácteos, gracias en parte a la innovación y el desarrollo de nuevos productos del área, los cuales han generado beneficios nutricionales para la población. Además, DPA pretende impulsar el desarrollo del sector lechero en el país; una meta es aumentar el consumo per cápita de leche de los actuales 120 litros anuales a 250 litros (nivel de los países desarrollados).

¿Lo negativo de esta alianza? La evidente disminución de la competencia en el sector. El aumento del poder de negociación de estas empresas (que ya por sí solas era alto) tiene a las federaciones y productores de leche en alerta. Soprole en su declaración al Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) indica: "Esta alianza buscará obtener economías de escala que permita ofrecer un alto valor agregado a menores precios" Es decir, mayores beneficios a menores costos. A nadie puede disgustarle la idea por sí misma. aunque esos menores costos no vienen asociados a un mejoramiento productivo de las empresas, sino que, generalmente, viene por parte de un menor precio de compra a los productores, los cuales se ven afectados fuertemente, debido a la disminución de su capacidad negociadora. Las economías de escala buscan proveer una mayor cantidad de productos a costos menores. Estos menores costos serían traspasados en forma de menores precios al consumidor (lo ideal), lo cual no siempre se cumple.

La disminución de la competencia se haría evidente en los segmentos de yogures y leche cultivada, ya que en estos segmentos, la alianza concentraría el 61% de las ventas. En el área de postres refrigerados, concentraría el 89% de las ventas. No hay que saber mucho de economía para darse cuenta que la competencia en el sector se vería fuertemente disminuida, esto es, un oligopolio con tendencia monopólica.

La alianza entre estas empresas puede traer beneficios y costos, como todas las cosas y decisiones de la vida. Las sinergias generadas por el joint venture, sumado a la mejora de eficiencia y un potencial aumento del consumo lácteo, puede nublar la vista ante las posibles consecuencias de permitir su alianza. La menor posición que alcanzarán los productores, el posible camino al monopolio del mercado, puede opacar la visión de menores precios al consumidor, ya que ante un escenario de menor competencia, la evidencia empírica muestra que las empresas obtienen utilidades exageradas (sino pregúntele a los bancos) y los consumidores poco y nada ven de las "economías de escala y menores costos".

“La competencia lleva a las empresas a mejorar continuamente su eficiencia, que es sine quo non para una mejoría constante en el nivel de vida." (Luis Cabral)

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