domingo, 2 de diciembre de 2012

Reflexiones navideñas: Vidas incoherentes


Escribo esta columna (o entrada de mi blog predilecto) como una persona sólo endeudada con el sistema bancario universitario, por haber financiado parte de mi carrera profesional con crédito. Afortunadamente obtuve becas de excelencia por rendimiento que me permitieron usar "moderadamente" este crédito.

Esta será una de los pocas columnas que encontrarán en este blog que se basan en un subjetivismo propio de los ideales de su escritor (es decir, yo).

Existen personas que no pueden vivir sin endeudarse, básicamente porque llevan un estilo de vida incoherente con su renta. Es decir, en su diario vivir gastan más de lo que generan. Razones hay varias:

1. Su renta, en teoría, no les alcanza para obtener una vivienda de X costo. La compran igual, se endeudan con una entidad bancaria y, terminan pagando un dividendo (o cuota hipotecaria) que no pueden sostener con el tiempo, cayendo en impagos (con los consiguientes problemas que esto acarrea)

2. Además de lo anterior, deciden tener un vehículo para el traslado (en detrimento de usar el transporte público, básicamente por comodidad). Dentro de lo limitada de su educación financiera, optan por financiarlo con créditos automotrices o créditos de consumo (la opción más cara). Hasta ahí, no hay ruido, ¿qué tiene de malo tener auto? Pues bien, no tiene nada de malo, de hecho es muy cómodo tener un automóvil. El punto está, en que básicamente para tener unas finanzas equilibradas jamás debo comprar algo que no puedo pagar (o no se me ocurre cómo pagarlo), por tanto, los automóviles de última generación o que escapan al presupuesto, deben quedar fuera de la lista de "artículos comprables", si es que no genero una fuente adicional de ingresos. ¿Qué pasa si no? Bueno, se termina pagando una elevada cuota mensual del crédito automotriz o de consumo, generalmente asociada a altas tasas. Sumado a la cuota hipotecaria ¿Entretenido, no? (sin contar los gastos por la mantención del automóvil, cambio de aceite, idas al taller mecánico para arreglar problemas varios, cambio de llantas, revisión técnica, cuotas mensuales de los seguros automotrices, bencina, pago de autopistas, tag y un largo etcétera)

Es decir, si no se sabe o no se respeta el límite de los bienes o servicios a los cuales uno puede optar de acuerdo a los ingresos que uno genera, la lógica indica que se caerá en deudas sucesivas por tratar de solventar un estilo de vida que no está acorde con la renta obtenida. (bicicleta financiera, es decir, pedir créditos para pagar deudas, o más fácil, si es que suena enredado: pagar deuda con deuda)

3. Si a lo anterior se le suman gastos tales como Internet, TV de pago, Teléfono móvil de última generación (IPhone, Samsung Galaxy, y cuanta tecnología más que no sabría describir) con planes que distan de ser "baratos", vamos sumando a los costos fijos mensuales.

4. El peor escenario se configura con la existencia de hijos. Aquellos infantes que la gran gracia que tienen es que gastan sin producir absolutamente nada. Es decir, son de por sí generadores de rentabilidad negativa (en un artículo posterior pendiente expondré el costo de tener hijos y la rentabilidad asociada a aquello, peor si es más de uno. Mejor si ese hijo termina siendo un Lionel Messi, por ejemplo, aunque las probabilidades son bajas)

Por tanto, el escenario es simple. La razón de ser para tomar alguna deuda, es financiar la obtención de un bien o servicio el cual no puedo o no quiero costear con la liquidez que poseo. Ante lo cual opto por un financiamiento externo, el cual solventaré a través de cuotas en un cierto periodo. El punto está, en si puedo sostener un ritmo de pago acorde a los bienes y servicios que estoy obteniendo con mi renta mensual. Si la respuesta es si, bueno, no hay problema. Siga así... trabaje para pagar sus deudas. Si la respuesta es no ¿Por qué, si no puede solventar el pago de esa deuda, opta por comprar ese bien o servicio de igual forma? ¿Acaso no le enseñaron educación financiera?

Básicamente las empresas caen en default (quiebra) por falta de líquidez. Es decir, no tienen dinero para pagar las deudas en el corto plazo. Así como las empresas, las personas también caen en default. Las personas naturales debieran manejar sus finanzas tal cual lo hacen las empresas... De hecho funcionan casi igual (en términos generales). En la práctica, no sucede así.

Tampoco se trata de llevar una vida austera y terminar viviendo con lo básico. Sino que erradicar los pensamientos "pobres" por pensamientos "proactivos". En vez de pensar: "No puedo comprarlo porque es muy caro" se debe pensar: "¿Cómo puedo costear aquel bien o servicio?" "¿Qué puedo hacer para costear la compra de aquello que ansío tanto tener?" No pensar a priori que no se puede costear, sino que buscar la forma de costearlo (obviamente no recurriendo a deuda para solventar ese gasto)

Aquí las palabras claves son dos: Vender e Inversión. Puede aplicar el "comprar barato y vender caro" a algún artículo o servicio en particular que pueda ud. proveer con el fin de aumentar sus ingresos. Además, podría aplicar la palabra inversión pra aumentar su renta a partir de invertir en el mercado de valores o en bienes raíces. Piense en el dinero como una semilla. Si ud. la siembra puede replicarse en un macetero. Puede sembrar $100 y de su macetero saldrán $150... Es decir, ver al dinero como un instrumento que se puede multiplicar aplicando las medidas necesarias.

Además, socialmente estamos sometidos a fechas que llaman a un continuo consumo masivo, a modo de ejemplo (si tiene hijos es peor), desde comienzos de año:

1. Enero

- Gastos por vacaciones

2. Febrero

- Gastos por vacaciones

3. Marzo

- Uniforme de los niños (si es que tiene hijos)
- Permiso de circulación
- Útiles escolares

4. Abril

- Semana santa. Posibles viajes  a visitar  seres queridos o tomarse algunos días de descanso fuera de casa.
- Comidas típicas de semana santa (pescados y mariscos)

5. Mayo

- Día de la madre. Por definición, el segundo día que más se gasta en Chile después de navidad.

6. Junio

- Día del padre.

7. Julio

- Vacaciones de invierno de los niños (aumentan los gastos al tenerlos dos semanas entretenidos)

8. Agosto

- Día del niño
- Regreso de las vacaciones de invierno. Nuevos útiles escolares. Algunas veces hasta hay recambio de uniforme escolar o cambio de zapatos

9. Septiembre

- Fiestas patrias. Mucha gente se endeuda en este periodo para pasar unas fiestas patrias como la gente...

10. Octubre

- Mes tranquilo, de apretar el cinturón, después de los dantescos gastos de septiembre

11. Noviembre

- Mes tranquilo, de ahorro para navidad

12. Diciembre

- Navidad y Año nuevo. Festividades que logran que los chilenos lleguen a gastar en promedio la mitad de su sueldo. Como están endeudados, y tienen que pagar los gastos diarios de "estar vivos". Obviamente con lo que queda del sueldo no alcanza para solventar los gastos de estos periodos. Por lo cual optan por tomar créditos de consumo que en esta época son como ázucar para las hormigas... Los bancos e instituciones financieras colocan su mejor cara para atraer a estos pichones deseosos de unos pesos. Da lo mismo la tasa de interés que les cobren, no tienen idea qué es eso, ni les interesa aprender a cálcular un interés compuesto... solamente les interesa que les pasen el dinero de su crédito y empezar a pagar la cuota en un tiempo lo más alejado posible del mes actual (lo que ignoran es que suman mayores intereses al diferir la cuota... bah!, pero qué importa... si lo comido y lo bailado no lo quita nadie!)

Bueno, Felices Fiestas!!!

viernes, 27 de julio de 2012

Economía de lo friki: Cuestionar... más allá de las palabras...


Esta vez publico un extracto del libro Superfreakonomicss (sucesor del gran "Freakonomics") que leí hace aproximadamente un año y, que en esta semanas ha vuelto nuevamente a rondar en mis pensamientos (por diversos factores o motivos que no vale la pena explicar). Este libro se enfoca, básicamente, en los incentivos que mueven el actuar de las personas y, por tanto, se basa en hechos y no en palabras. A la vez, desmitifica ciertas creencias populares sobre diversos temas con evidencia estadística y cifras duras, provenientes de diversos estudios, en los cuales se ha basado esta publicación del economista Steven Levitt y el periodista Stephen Dubner.

Extracto del libro: Superfreakonomics,. Escrito por Steven D. Levitt, Stephen J. Dubner. N° de páginas: 320. Editorial Debate. Mayo 2010. (Precio aprox.: $12.000)

"Como sucede con casi todas las malas conductas, probablemente la de conducir borracho se podría erradicar si se instituyera un incentivo lo bastante fuerte: controles de carretera al azar, por ejemplo, en los que se ejecutara al instante a los conductores borrachos." 

Muchas decisiones de la vida son difíciles. ¿qué tipo de carrera debe uno seguir? ¿Es preciso ingresar a tu anciana madre en un asilo? Tú y tu pareja ya tienen dos niños. ¿Deben tener un tercero?

Estas decisiones son difíciles por varias razones. Para empezar, los riesgos son altos. Hay también mucha incertidumbre. Y por encima de todo, las decisiones como estas son poco frecuentes, y eso significa que uno no tiene mucha práctica en tomarlas. Probablemente se te da muy bien ir al supermercado y comprar la mercadería, ya que lo haces a menudo, pero comprar tu primera casa es algo muy diferente.

Algunas decisiones, en cambio, son fáciles, facilísimas.

Imagine que ha ido a una fiesta en casa de un amigo. Vive sólo a un kilómetro y medio de distancia. Se lo ha pasado muy bien, tal vez porque ha bebido cuatro copas de vino. La fiesta ya está terminando. Mientras termina su última copa, saca las llaves de su automóvil. Y, de pronto, llega a la conclusión de que no es buena idea: no está en condiciones de volver a casa conduciendo.

Durante las últimas décadas se nos ha instruido rigurosamente acerca de los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Un conductor borracho tiene 13 veces más probabilidades de causar un accidente que uno sobrio. Y, sin embargo, mucha gente sigue conduciendo borracha. En Estados Unidos, en más del 30% de los accidentes fatales ha intervenido por lo menos un conductor que había estado bebiendo. A altas horas de la noche, cuando el consumo de alcohol es mayor, el porcentaje sube casi al 60%. En general, alguien conduce borracho 1 de cada 140 kilómetros, es decir, 33.000 millones de kilómetros al año.

¿Por qué tanta gente se pone al volante después de haber bebido?

Puede que sea porque –y esta podría ser la estadística más desemborrachante- a los conductores bebidos casi nunca los pillan. Sólo se da una detención por cada 43.000 kilómetros recorridos conduciendo borracho. Esto significa que podría conducir campo a través, ida y vuelta, y después otras tres idas y otras tres vueltas, bebiendo cerveza todo el tiempo, antes de que le hagan parar. Como sucede con casi todas las malas conductas, probablemente la de conducir borracho se podría erradicar si se instituyera un incentivo lo bastante fuerte: controles de carretera al azar, por ejemplo, en los que se ejecutara al instante a los conductores borrachos. Pero lo más probable es que nuestra sociedad no tenga estómago para eso.

Mientras tanto, volviendo a la fiesta de su amigo, ha tomado la que parece la decisión más fácil de la historia: en lugar de volver a casa conduciendo, va a volver andando. Al fin y al cabo, es sólo un kilómetro y medio. Busca a su amigo, le da las gracias por la fiesta y le cuenta el plan. Él aplaude  su buen juicio de todo corazón.

Pero, ¿debería hacerlo? Todos sabemos que conducir borracho es sumamente peligroso, pero ¿qué me dice de caminar borracho? ¿Es tan fácil esa decisión?

Veamos algunas cifras. Cada año, más de mil peatones borrachos mueren en accidentes de tráfico. Se bajan de las aceras a las calles de las ciudades; se tumban a descansar en carreteras rurales; se lanzan como locos a cruzar autovías muy transitadas. Comparado con el número total de personas que mueren cada año en accidentes de tráfico relacionados con el alcohol –unas 13.000-, el número de  peatones borrachos muertos es relativamente pequeño. Pero cuando decides si vas a andar o conducir, lo que cuenta no es el número total. La pregunta relevante es esta: En relación con los kilómetros recorridos, ¿es más peligroso conducir borracho o caminar borracho?.

El norteamericano promedio camina unos 800 metros diarios fuera de su casa o de su lugar de trabajo. Hay unos 237 millones de norteamericanos mayores de 16 años; contándolos a todos, la gente en edad de conducir camina cada año unos 69.000 millones de kilómetros

Si suponemos que 1 de cada 140 kilómetros de esos kilómetros se anda borracho –la misma proporción de kilómetros que se conducen habiendo bebido-, cada año se andan en estado de embriaguez 490 millones de kilómetros.

Haciendo cuentas, se descubre que, kilómetro a kilómetro, un peatón borracho tiene ocho veces más probabilidades de morir que un conductor borracho.

Hay un matiz importante: No es probable que un peatón borracho hiera o mate a otra persona, aparte de sí mismo. Esto no se puede decir de un conductor borracho. En los accidentes mortales relacionados con el alcohol, el 36% de las víctimas son pasajeros, peatones u otros conductores. Aún así, incluso teniendo en cuenta las muertes de esos inocentes, caminar borracho produce cinco veces más muertes por kilómetro que conducir borracho.


jueves, 5 de julio de 2012

Sueldo mínimo: Amnesia y Extremismo político e ideológico


 "La propuesta que ha hecho el Gobierno (de 2,5% de reajuste al salario mínimo) desde ese punto de vista, busca cuidar ese aspecto, pero hacerlo al mismo tiempo que se preserva el poder adquisitivo de los trabajadores, incluso brevemente, pero se incrementa" (Carolina Tohá, vocera de gobierno de Michelle Bachelet, defendiendo el incremento del 2,5% propuesto el año 2009 al Congreso)

En época de la discusión del reajuste al salario mínimo, el cual aproximadamente el 11% de la fuerza laboral total del país percibe (730.000 personas aprox.)[1] Y, en medio de la discusión, que a esta altura, se hace permanente en la esfera social, empresarial y política, se hace necesario aclarar algunos puntos que tanto para empresarios como para el mundo político son  fundamentales a la hora de evaluar, proponer y/o criticar el ajuste propuesto.

El gobierno encabezado por Sebastián Piñera, por medio de su Ministro de Hacienda Felipe Larraín ha propuesto un ajuste que eleva en un 6% el sueldo mínimo, es decir, de los $182.000 actuales a los $193.000. Lo que, en términos prácticos, son $11.000 adicionales al mes (o $367 pesos de aumento por día de trabajo). Las razones para tal reajuste se apoyan en una inflación y aumento de la productividad acorde a dicho porcentaje (incluso el número exacto es menor, por lo que se reajustaría en un monto inferior, si se usara estrictamente este criterio) además de un incierto escenario externo, en el cual reina la volatilidad en los mercados, persiste la sombra de la crisis de deuda en Europa y el fantasma de desaceleración en países asiáticos, que empujan la economía mundial, por ejemplo, China. También existen otros fantasmas de deuda, empleo y crecimiento en EE.UU. que no permitirían potencialmente elevar más este salario por tener una consecuencia negativa en el empleo.

Las organizaciones sindicales que agrupan a los trabajadores abogan, con justa razón, que es un ajuste “miserable”, atendiendo las circunstancias financieras que vive el país actualmente (llámese un alto precio del cobre, crecimiento económico y auge del empleo) dejando de lado, claramente, el escenario internacional.

La Concertación, a su vez, se acopla a esta demanda social de ajuste al salario mínimo, adhiriéndose a la propuesta de los trabajadores que piden un reajuste del 34,5%, es decir, pasar de los actuales $182.000 a $250.000.

En este punto es cuando los recuerdos vienen a mi memoria y, visualizo cierto olvido de la Concertación respecto a los reajustes que proponía cuando estaban en el gobierno, mostrando, sobre todo en sus últimos dos gobiernos reajustes “pobres” en comparación a los que se exigen hoy en día. Para muestra, un botón: a continuación, en el Cuadro 1 se observan los ajustes nominales y reales del salario mínimo entre los años 1990 y 2011. El Cuadro 2 muestra, en términos de crecimiento anualizado, el aumento del salario mínimo en términos nominales y reales para cada periodo de gobierno en los mismos años anteriores.


Cuadro 1:
Monto salario mínimo anual. Inflación anual (variación medida en julio de cada año). 
Crecimiento real del salario
     Fuente: Elaboración propia con datos de la Biblioteca Nacional del Congreso

Tal como se puede observar en el cuadro 1, si bien existen reajustes nominales altos en la década del 90’ (44,4% y 26,9% en los años 1990 y 1991, respectivamente), también se tenía un escenario inflacionario incómodo, con tasas de crecimiento en los precios que iban desde el 24% (año 90’ y 91’) y luego sobre el 7% hasta el año 1997.

En cifras reales se puede visualizar que el mayor aumento se produjo en el año 1999 con un reajuste del 9,0% en el último año de gobierno de Eduardo Frei (periodo eleccionario) con una inflación del 3,4% y en plena crisis asiática. 7,5% en el año 98’ y 6,7% en el año 2000. (años de crisis económica, fundamentalmente).

A partir del año 2000 en adelante, el reajuste real del salario mínimo no superó el 3,5% (año 2009, último año de gobierno de Michelle Bachelet) y 3,2% en el año 2005 (último año de gobierno de Lagos) ¿alguna causalidad evidente?

Si desagregamos estas cifras por gobierno, se tiene lo siguiente:

Cuadro 2:
Reajustes del salario mínimo por gobierno.

                 Fuente: Elaboración propia

 

Aquí es bueno detenerse y verificar que si bien, se tienen incrementos del salario nominal evidentemente sobre el 6% promedio por gobierno de la Concertación, también tenemos que el incremento real de este salario alcanza casi el 8% en el gobierno de Patricio Aylwin; 4,9% en el gobierno de Eduardo Frei; 3,0% en el gobierno de Lagos y 2,3% en el gobierno de Michelle Bachelet. Así, una vez más, los números “en frío” engañan.

El aumento del salario mínimo en los últimos dos gobiernos de la Concertación, no superó el 3,0% real anualizado. Actualmente piden un incremento del 34,5% nominal (o 31,2% real) ¿Cómo se podría denominar esa actitud? ¿Populismo? ¿Aprovechamiento?

Así, se entrampa la discusión en montos que van en un rango “excesivamente conservador” (oficialismo) hasta un reajuste francamente populista de $250.000 (Concertación y trabajadores) Tanto el gobierno dando muestras de una inflexibilidad patente, argumentando que el desempleo prácticamente se podría disparar si se aumenta hacia los $200.000 esta cifra, como la Concertación pidiendo un aumento sencillamente exorbitante (alza de 34,5%), dan muestras de su creciente celo y revanchismo político donde los más afectados, nuevamente, son los que menos ingresos perciben mensualmente.

 
Conveniencia de posturas.

"En un año como este tenemos que ser especialmente cuidadosos en lo que se refiere al empleo, cuidar el trabajo, tomar las medidas de tal manera que sean lo más pro empleo posible"

"La propuesta que ha hecho el Gobierno (de 2,5% de reajuste) desde ese punto de vista busca cuidar ese aspecto, pero hacerlo al mismo tiempo que se preserva el poder adquisitivo de los trabajadores, incluso brevemente, pero se incrementa"

Estas palabras NO son de la autoría del actual Ministro de Hacienda Felipe Larraín.

Estas palabras pertenecen a la vocera del gobierno de Michelle Bachelet, Carolina Tohá en el año 2009, ante la discusión del reajuste del salario mínimo de la época. En esa ocasión se decía lo siguiente en el diario de Cooperativa:[2]
  • “Reajuste al salario mínimo ingresó con trámite de discusión inmediata al Congreso”
  • “El Gobierno defendió la propuesta de 2,5 por ciento de alza, considerándolo una protección al trabajo.”
  • "Tomar las medidas de tal manera que sean lo más pro empleo posible", pidió la vocera de Gobierno Carolina Tohá.
Sobran las palabras…


Si bien el actual reajuste del 6,0%, hasta los $193.000 puede considerarse como “miserable” (recordemos, $367 diarios de aumento, alcanza para un “Súper 8 maní” diario) también no se puede llegar al extremo de atemorizar a las personas argumentando que se perderá un gran número de empleos (sobre todo de personas con menores cualificaciones que perciben este nivel salarial) y que es por esa razón por la que no se puede o quiere aumentar más allá de ese porcentaje. Como tampoco se debe llegar al extremo de exigir un aumento hasta los $250.000, ya que es prácticamente impracticable, populista y muestra una de las peores caras de de la Concertación.

Parte de la solución a todos estos debates es crear una institucionalidad que fije los criterios con los que se determinará el salario mínimo, creando bases concretas de cálculo y dejando, en parte, de lado las negociaciones subjetivas que no hacen más que enlodar el panorama político y social. La reunión de un panel de expertos en conjunto con diversos actores empresariales y de los trabajadores con la finalidad de determinar las variables relevantes a la hora de definir este piso de salario, es fundamental y necesario para una sana discusión lejos de las ideologías y populismos.


[1] La encuesta Casen del año 2009 indica que el 75% de estos trabajadores ejerce como obrero en industrias del sector privado o se desempeñan en servicios domésticos.
[2] “Reajuste al salario mínimo ingresó con trámite de discusión inmediata al Congreso” Enlace: http://www.cooperativa.cl/reajuste-al-salario-minimo-ingreso-con-tramite-de-discusion-inmediata-al-congreso/prontus_nots/2009-06-16/133321.html. 16/06/2009

miércoles, 20 de junio de 2012

Los números no mienten... pero omiten.


En el momento en el cual empieza nuevamente la discusión sobre la fijación del salario mínimo. Ad portas de la votación para aprobar/rechazar un salario mínimo de $191.000, surge el debate nuevamente de cuánto sería un salario mínimo acorde a la situación del país y acorde a los trabajadores que perciben este salario.

Se estima que aproximadamente el 11% de la fuerza laboral total del país percibe un salario igual o menor al salario mínimo, es decir, unas 730.000 personas. La encuesta Casen del año 2009 indica que el 75% de estos trabajadores ejerce como obrero en industrias del sector privado o se desempeñan en servicios domésticos.

En una entrevista concedida a radio Universidad de Chile por el economista Joseph Ramos, indica que “el sueldo mínimo se concentra en personas de baja calificación productiva o de escasa experiencia. En el último caso me refiero a gente joven que ingresa al mercado del trabajo y que al carecer de experiencia tiene baja productividad. También, el salario mínimo tiende a presentarse en actividades como la agricultura, donde los requerimientos por mano de obra calificada son relativamente bajos”.

Según Andrés Zahler[1]: “El 10% de los chilenos tiene ingresos promedio que superan los de Noruega, mientras que los ingresos del 10% más pobre son similares a los de los habitantes Costa de Marfil. La gran mayoría tiene, en promedio, menos ingresos que los angoleños. Pese a que el PIB de Chile superó los 200.000 millones de dólares el año pasado, los niveles de desigualdad demuestran que no basta con el crecimiento para alcanzar el desarrollo.”

Y esa última frase es vital: "No basta el crecimiento para alcanzar el desarrollo". Es importante crecer y preocuparse por realizar lo mejor posible esa tarea, pero a la vez, existe una segunda tarea pendiente: la distribución de la riqueza que se genera.

Tal como exponen en sus múltiples conferencias tanto Franco Parisi[2] como Antonino Parisi[3] "el comunismo es experto en repartir pobreza. En cambio, el neoliberalismo es experto en la creación de riqueza, y no saber repartirla" (o no querer repartirla, nunca se sabe).

La cosa es simple, según el FMI, Chile en el año 2011 exhibe un PIB per cápita (PPP[4]) de US$16.172 (algo así como $8.086.000 anuales por persona o, $673.833 mensuales por persona) Un cálculo simple indica que en un hogar “promedio” compuesto por 4 personas, el ingreso debiera estar cerca de $24.258.000 al año, es decir, $2.021.000 mensuales. Acá es donde uno se da cuenta que algo no anda muy bien… O los números mienten… o están omitiendo información descaradamente. Así como vamos, Chile debiera superar los US$20.000 de PIB per cápita hacia el año 2016.

Si dejamos esa palabra tan sesgada de lado, “promedio” y, se desagrega la información por deciles, obtenemos un panorama bastante diferente que deja al descubierto la omisión premeditada que oculta una cifra enmascarada en un promedio.

El ingreso mensual per cápita por hogar se muestra en la figura[5] a continuación:



Es evidente la gran diferencia que existe entre deciles. El decil más pobre sobrevive (sí, sobrevive) en promedio con poco más de $15 mil pesos al mes por persona que compone el hogar (es decir, un hogar de 4 personas en promedio tendría $60 mil pesos mensualmente para pagar los gastos que implica vivir).
  • Aún más, se tiene que el 70% de la población cuenta con menos de $200 mil pesos mensuales por persona
  • El 90% de la población cuenta con menos de $400 mil por persona mensualmente para cubrir sus necesidades e intereses..
  • El 10% de la población con mayores ingresos a nivel nacional cuenta con casi $1.2 millones por persona, para los mismos fines. Es decir, 77 veces más ingreso per cápita que el decil más pobre.
Otros datos relevantes:
  • Los deciles de menores ingresos tienden a concentrarse en zonas rurales (en el primer decil casi el 25% de los hogares pertenecen a zonas rurales).
  • La escolaridad promedio de las personas que componen el primer decil es menor a nueve años (enseñanza básica completa). En cambio, las personas pertenecientes al 20% de la población con mayores ingresos poseen sobre los 12 años de escolaridad (enseñanza media completa y enseñanza superior completa o incompleta)
  • También se puede decir que los deciles más pobres tienden a tener más niños menores de 4 años, más mujeres y más discapacitados.
¿Está mal que los ricos sean ricos y los pobres sean pobres? ¿Es justo, injusto? ¿Es eso lo que se critica? Pues no. Es totalmente lógico que existan diferencias entre las personas. Las hay más o menos productivas, más o menos hábiles, más o menos inteligentes (intelectual y emocionalmente). Por tanto es natural que existan diferencias de salarios entre los trabajadores, ya sea por su productividad, oficio, profesión, nivel de estudios, campo laboral, poder de negociación, entre otros.

El punto es la extremadamente desigual distribución de la riqueza generada. ¿Cómo se determina cuan productivo es un trabajador?, ¿cómo se determinan los salarios acordes?, ¿quiénes ganan un 70% de la riqueza generada y quiénes ganan el 30%? ¿Por qué un 70-30? ¿Por qué no 60 y 40? ¿Quién lo determina? ¿Por qué los bancos, las isapres, las AFP, el retail y tantos otros sectores tienen exorbitantes utilidades y, a la vez, muchas veces sus empleados ganan un porcentaje mínimo, en conjunto, de esas utilidades? ¿El mercado lo dicta así? ¿Hay que colocar un mínimo de distribución de utilidades entre los trabajadores que han aportado su experiencia, habilidades y esfuerzo a generar esas ganancias?

Quizás no existan respuestas concretas. Es la misma sociedad a través de sus grupos de representación políticos y sociales, los llamados a determinar la metodología de ajuste de salarios óptima que refleje el real aporte de todos y cada uno de las personas empleadas en los diferentes ámbitos productivos a nivel país… Y, claro… una desigualdad de esa magnitud (puede ser justa o no) no es precisamente un caldo de cultivo o un círculo virtuoso que genere buenos elementos o condiciones óptimas a futuro para el desarrollo social y económico… es más bien una crónica de una crisis social anunciada. (dos dedos de frente).


[1] Economista, entrevista concedida a radio Universidad de Chile en Septiembre de 2011.
[2] Franco Parisi F. PhD. Rector IEDE, Director Escuela de Postgrado Universidad Andrés Bello
[3] Antonino Parisi F. PhD. Decano Facultad de Administración y Negocios - Decano Facultad de Ingeniería Universidad de las Américas.
[4] Purchase Parity Power (Paridad del Poder de Compra)
[5] Datos CASEN 2009

sábado, 26 de mayo de 2012

De Políticos y Circos

(Diálogo creado por PatoCF)

Niño: Mamá, mamá… ¿por qué dicen en la tele que la política se ha convertido en un circo? Yo no he visto a ningún político en los circos que hemos ido…

Mamá: Hijo, los circos donde se encuentran los políticos son el Congreso, las municipalidades, entidades públicas y, algunos… en La Moneda… aunque son lugares muy similares a los circos que tú conoces, hijo mío.

Niño: ¿Verdad? ¿Hay payasos en ese circo, domadores, gente extraña y magos que hacen trucos y, a veces, desaparecen objetos?

Mamá: Por supuesto!!...existe todo lo que has mencionado, sobretodo payasos y magos. Si quieres te puedo mencionar los payasos y, los trucos de magia que realizan los magos se podría decir que son espectaculares. Un niño debería conocer la calidad de sus políticos y sus circos.

Hijo: Qué bien mamá!!!... cuéntame más, cuéntame más!!!

Mamá: Está bien, hijo. Te contaré como es el circo de los políticos.

En primer lugar existen muchos payasos, te diría que el 95% de los políticos lo son, es decir, es un lugar donde lo que verás en mayor medida son, obviamente, “payasadas” o ridiculeces para matarte de la risa.

Se insultan entre ellos, arman historias muy cómicas para hacerse pasar como héroes, se ríen de la gente y la gente se ríe de ellos. Su afán de poder e influencia sobre los demás causa tanta risa, que ver a un político en plena labor es de lo más cómico que podrás observar. Se desesperan cuando fracasan en su intento y comienzan a buscar conspiraciones donde no las hay.

Hijo: ¿Y cómo llegan a ser payasos, mamá? ¿Se estudia? ¿Hay que tener algún talento especial?

Mamá: Para nada, eso es lo mejor!. Llegar a ser político es más fácil que llegar a ser limpia baños. Te piden octavo básico para ser concejal y ni siquiera necesitas cuarto medio para todos los demás cargos, ni siquiera para llegar a ser Presidente. No deben saber sumar ni restar, sólo sonreír. Con sólo carisma y una historia más o menos trágica de exilio, puedes llegar a ser presidente. Además, es útil saber actuar muy bien y mostrar avances ante la comunidad.

Si estás desempleado es mucho mejor, tus amigos payasos se encargan de buscarte trabajo. Para eso, ellos mismos crearon agencias denominadas: “Partidos Políticos” es algo así como una agencia de trabajo, donde se reúnen todos los payasos a conversar de sus payasadas y a los payasos desempleados les buscan trabajo.

Hijo: Mamá, pero a los payasos les pagan una miseria en los circos ¿los payasos de la política también ganan una miseria?

Mamá: Hijo, nada más alejado de la realidad. Los políticos del Congreso, ganan más que el 90% de los ciudadanos de a pie. 50 veces más, en algunos casos y, todo eso, sin tener muchas veces ningún tipo de estudios relevantes, solamente saber leer, escribir y sonreír. Son unos payasos muy bien pagados.

Hijo: ¿Y los magos, mamá?

Mamá: Los magos, hijo, esos son los mejores. Son capaces de hacer desaparecer miles de millones de pesos, sin que nadie se dé cuenta. Inventan proyectos, inventan gastos, contratan decenas de asesorías (porque muchas veces ellos mismos no tienen estudios y tienen que contratar a gente que sí sabe sumar) Son capaces de aprobar leyes y proyectos que van totalmente en contra de toda lógica.

Además, existen empresas que los remuneran por ser sus aliados en el Congreso y aprobar leyes que los beneficien. Son capaces de ganar su sueldo sin trabajar, no asisten a sus sesiones del congreso ni a los distritos que representan, nadie sabe donde están la mayor parte del tiempo, ellos mismos desaparecen y, vuelven a aparecer para las elecciones (algo así como la compra de boletos para el circo de parte de la ciudadanía).

Existe el político que es mago y payaso a la vez. Los puedes reconocer porque son payasos y hacen sus trucos de magia, su líder tiende a usar calcetines rojos o verdes, se las da de doctor y ha estado al borde de la muerte un par de veces. Lamentablemente, mala hierba nunca muere.

Hijo: Qué interesante mamá!!!... quiero ir a conocer esos circos!!!. ¿Podemos?

Mamá: Claro que sí, hijo mío. Te llevaré uno de estos días para que conozcas a tus políticos y te sientas orgulloso de vivir en un país que es capaz de tener tanto payaso y mago juntos.

Sin embargo, no se te vaya a ocurrir unirte a su circo, quiero que estudies y desarrolles tu intelecto, que te ganes el dinero dignamente cuando seas grande ¿Me lo prometes?

Hijo: Te lo prometo mamá

Mamá: Ya, es hora de ir a dormir. Piensa en la historia que te he contado y sueña como sería un mundo libre de payasos y magos.

Hijo: Está bien mamá. Buenas noches.

Mamá: Buenas noches, hijo.

“Dejemos las payasadas para los políticos”

lunes, 5 de marzo de 2012

Endeudamiento en Chile.


Algunos datos de conocimiento general sobre el endeudamiento en Chile... quizás no es tan terrible como parece.

1. Entre los años 2000 y 2009 la deuda de los hogares chilenos creció a una tasa del 12,8% real anual

2. Lo anterior implica un aumento en la relación Deuda/Ingreso desde un 35,4% a un 60%. Es decir, de cada $100 de ingreso se pasó a pagar de $35,4 a $60 en deudas.

3. Las deudas de consumo e hipotecarias crecieron un 14% y un 12% respectivamente en el periodo 2000-2009 (cifras reales anuales)

4. La economía chilena creció, en promedio en el mismo periodo un 3,6%

5. Aproximadamente el 70% de la deuda total contraída es bancaria. El 30% restante es no bancaria (casas comerciales, cooperativas de ahorro y crédito, cajas de compensación, entre otras)

6. A diciembre de 2010 existían 2.800.000 personas con créditos de consumo en cuotas

7. La tasa de interés anual promedio para operaciones de consumo fue de un 32,9%. Es decir, si ud. se endeuda en $1.000.000 ud. paga, en promedio, $329.000 de intereses en un año.

8. El quintil más pobre acumula el 4,6% de la deuda total

9. El quintil más rico acumula el 48% de la deuda total.

10. La razón deuda-ingreso (RDI) es de un 59% en el quintil más pobre y de un 45,5% en el quintil más rico.

11. La razón carga financiera-ingresos (RCI) es de un 35% en los hogares del quintil más pobre y de un 21,2% en los hogares del quintil más rico.


Los datos anteriores muestran un Chile que ha aumentado su nivel de endeudamiento, debido básicamente a dos razones: El aumento de la bancarización y elo crecimiento económico. Más personas son sujetos de crédito, por lo que el acceso a éstos ha aumentado. Lo anterior deriva, a la vez, en un aumento de la tasa promedio a la cual los bancos prestan el dinero, debido al mayor riesgo asociado al aumentar la banacarización (ya que para que ocurra la expansión deben asumir un riesgo mayor).

Lo anterior no explica totalmente que en Chile las tasas cobradas al generar un crédito sean tan altas. La falta de competencia entre las diversas entidades, o el mayor riesgo sistémico asociado pueden explicar parte, pero no la totalidad de tasas muchas veces usureras.

Adicionalmente, se puede observar que el nivel de deuda se concentra mayormente en los hogares de estratos socioeconómicos medio, medio-alto y alto, dejando al quintil más pobre con una deuda menor respecto del total. Esto se explica, en parte, en que no son sujetos de crédito, por lo que tienen que acudir al mercado informal de crédito, pagando tasas altísimas no medidas por las entidades que realizan los estudios.

A su vez, es preocupante que el 60% de los ingresos en promedio esté destinado a pagar deudas. Esto sumado a que la economía sólo creció en el mismo periodo del análisis un 3,6% da a entender que el chileno promedio está viviendo sobre las posibilidades que realmente tiene. Es decir, los números muestran (y los números raramente mienten) que el chileno promedio se endeuda por sobre su productividad (es decir, se da una vida que no puede pagar en el largo plazo), por lo que los efectos de esta manera de vivir (si bien los indicadores aún no son alarmantes y están dentro de lo alto del promedio) los veremos en años, cuando se vean enfrentados a alguna crisis del sistema, ya que el mismo modelo las genera.

Como punto básico, reafirmando los anteriores conceptos, una persona no debería endeudarse más de lo que gana (lógico). Aún más, debería ser consciente de que su nivel de vida debe ser acorde a su nivel de ingreso, cualquier lujo adicional puede ser pagado mediante deuda, pero no es sotenible en el tiempo vivir de esa forma, ya que la productividad dice lo contrario.

Un indicador de alarma, o de que algo financieramente no se está haciendo bien, es que una persona tenga una bajísima o nula capacidad de ahorro. Es decir, que a fin de mes no tenga un solo peso para poder "echar a la alcancía" o, peor aún, que para llegar a fin de mes tenga que pedir prestado, por lo que ya empieza el mes siguiente con un déficit, por lo que probablemente tendrá que volver a pedir prestado, con los gastos financieros que ello implica.

La educación financiera a nivel nacional y mundial es escasa. Se enseña en los colegios, a sumar y restar, la historia de los países, cultura general, deportes, entre otras muchas cosas, pero no se enseña nada, pero nada, del manejo del dinero y cómo se crea y se destruye el dinero o formalmente hablando, no se enseña "educación financiera". Ni siquiera por cultura general. Esos niños que en un futuro serán adultos no tienen idea de las variables del dinero. De qué están cobrando ni como se aplica una tasa de interés sobre un monto solicitado (el principal).

Lo anterior deriva en un entorno con bajos o nulos conocimientos financieros, que aún puede pagar, pero que en un largo plazo puede resultar en una crisis financiera personal masiva, es decir, no será una sola persona que caerá en "default" o "quiebra", sino que existirán muchas en ese estado, con el posterior impacto sobre los acreedores.

Ojo, aún los números no muestran alarmas, pero si muestran un aumento preocupante del endeudamiento, muestran el nulo conocimiento financiero, muestran tasas de interés muy altas para un mercado que no se visualiza con el nivel de riesgo al cual se le está cobrando.

En fin, resumiendo, ojo con las deudas que contrae, sepa lo que le cobran. Actualice sus conocimientos para aprender a calcular un interés compuesto (y su aplicación, por lo menos). Calce sus plazos en las deudas. Asesórese con entendidos en la materia. No se endeude si sabe que no podrá pagar, porque eso es pan para hoy y hambre para mañana. Viva un estilo de vida acorde a sus ingresos. Si gana $200.000 tiene hijos, esposa(o) no puede pensar en comprar un LED de 32" Full HD, su productividad no alcanza para eso. De hecho ni siquiera, probablemente le alcance para un televisor cualquiera. Primero ahorre y luego compre. Porque al revés no podrá ahorrar y sus deudas le ahogaran. Si su ingreso le alcanza para eso y mucho más, quizás sea conveniente también ahorrar e invertir en activos que den cierta rentabilidad y dejar que con el retorno de sus activos se paguen solas ciertas compras. Los activos deben trabajar para ud. y no ocupar su dinero en adquirir bienes materiales, sino que sus activos se encarguen de eso (sabio consejo de Robert Kiyosaki)

Fuentes Consultadas

1. Tasas de interés de créditos de consumo. José de Gregorio, Presidente del Banco Central. Presentación efectuada ante la Cámara de Diputados el martes 3 de mayo de 2011.

2. Endeudamiento de los hogares en Chile: Análisis e implicancias para la estabilidad financiera. Banco Central. Grupo de Investigación Financiera del Banco Central de Chile. 2010


lunes, 6 de febrero de 2012

Malas Prácticas, Malos Consumidores. (Parte II)


La Polar, estricta y financieramente hablando... está quebrada. Para los poco entendidos en la materia, una empresa está en quiebra (eventual, ya que para que ésta se concrete efectivamente uno o varios de sus acreedores tiene que pedir judicialmente su quiebra) cuando no puede pagar sus obligaciones (o sus pasivos exigibles) ya que éstos superan el flujo generado en el periodo en que se debe pagar.

En pocas palabras, una empresa está quebrada cuando en un periodo sus deudas a pagar (no el total de la deuda, sino lo que se debe pagar en ese periodo) es mayor a los recursos económicos que tiene la empresa en su totalidad para hacer frente a esos pagos (es decir sus activos).

Bueno... La Polar está en esta situación... hace rato...

En pocas palabras (y números) estas son las cifras de La Polar:

1. Escenario inicial: Antes del escándalo

- Nº acciones en circulación: 248.260.022

- Precio acción al 08 de Junio de 2011: $2.336,2 (antes de destaparse el escándalo)

- Capitalización bursátil al 08 de Junio de 2011: US$ 1.241.938.037

08 de Junio, La Polar informa al mercado mediante un hecho esencial a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que sus provisiones derivadas de créditos con riesgo de ser incobrables podrían superar en 10 veces a las provisiones hechas el año 2010. En ese año se estimaron provisiones por más de $20 mil millones. La nueva cifra bordeaba los 200 mil millones (algo así como US$428 millones)

Escenario 2: En medio del escándalo y la incertidumbre

- Precio acción al 09 de Junio de 2011: $1.352,2 (disminuye un 42% el valor de la acción)

- Capitalización bursátil al 09 de Junio de 2011: $718.837.691

La Polar pierde en un día (o destruye valor) una cifra equivalente a US$523 millones

- Precio acción al 21 de Junio de 2011(después de estar suspendida): $467 (cae un 80% en dos semanas)

- Capitalización bursátil al 21 de Junio de 2011: US$245 millones de dólares

La Polar pierde (o destruye valor) en dos semanas una cifra equivalente a US$995 millones

Esto demuestra la pérdida de confianza del mercado hacia esta compañía de retail que había llevado a cabo uno de los engaños más grandes que ha afectado a algún mercado nacional en toda su historia.

Escenario 3: La actualidad. Acostumbrándose a la Incertidumbre

- Precio acción al 06 de Febrero: $230

- Capitalización bursátil al 06 de Febrero: US$118 millones

Otros números a Septiembre de 2011 (Basado en sus estados financieros entregados a la SVS)

  • Sus activos corrientes al 30 de Septiembre de 2011 equivalen a US$431,8 millones, de los cuales US$14 millones es efectivo y equivalentes de efectivo (banco). US$173 millones correspondia a cuentas por cobrar a deudores comerciales.
  • Destaca en sus activos no corrientes (de un total de US$285 millones) US$157 millones que corresponden a planta, propiedades y equipos. Además, destacan también cuentas por cobrar (deudores comerciales y otras cuentas por cobrar no corrientes) equivalentes a US$66,5 millones
  • Sus pasivos corrientes al 30 de Septiembre de 2011 se elevaban a US$1.150 millones, de los cuales US$970 millones correspondía a deuda con bancos, pagarés, bonos, bonos securitizados, entre otros.
  • La Polar cuenta con un Patrimonio negativo atribuible a los propietarios de la controladora de US$463,5 millones (es decir, está quebrada técnicamente)

Con un convenio judicial a cuestas para no quebrar, y poder pagar sus obligaciones de aquí al año 2032, La Polar sigue a flote... En condiciones "normales" esta empresa estaría quebrada y sepultada hace rato, pero las implicancias de ello son quizás aún más catastróficas:

1. Si bien la deuda se pagará en dos partes, una de las cuales es un único pago (en UF) hacia el año 2032, la alternativa era la quiebra de la empresa y recuperar sólo el 7% de ese monto, es decir, hacer la pérdida del 93% del capital... alternativa no muy atrayente para nadie en su sano juicio.

2. Las AFP's verían caer el valor de sus tenencias de activos de La Polar estrepitosamente si la empresa quiebra (valor de la acción igual a $0 y los bonos serían impagables) lo cual perjudica directamente a todos los cotizantes del sistema de AFP, una gran mayoría de los chilenos. Por lo que la quiebra de esta empresa tiene ribetes más allá de lo enteramente visible.

3. La Polar emplea a más de 7.000 personas a lo largo del país, las cuales quedarían sin empleo si es que la empresa quiebra y liquida activos (desaparece) o una gran mayoría si continúa su giro, reducida a su mínima expresión.

4. Los accionistas minoritarios perderían absolutamente toda su inversión en acciones de La Polar. Hasta el momento han perdido más de US$1.000 millones, lo cual es ya bastante catastrófico.

Luego, como se presenta el panorama lo más probable es que la empresa no quiebre, se realice un aumento de capital medianamente exitoso de aqui a Octubre de 2012 y, luego, a sentarse a esperar pacientemente, para ver si este proyecto de limpiar y sacar a flote a esta tienda de retail resulta exitoso con el correr del tiempo.

Por el momento es uno de los caldos de cultivo favorito de los especuladores, que hacen "pasadas" frecuentes con este papel, de los cuales una gran mayoría ha ganado mucho dinero con esta práctica y hay otros tantos que han errado en sus apuestas y han perdido... bueno... una cosa aparte es entender (si es que se puede entender) que la acción de La Polar se siga transando en bolsa... si alguien lo entiende... por favor que me lo explique...

miércoles, 1 de febrero de 2012

La Polar: Malas prácticas, Malos consumidores. (Parte I)


El caso La Polar ha estado en la palestra gran parte del año 2011 y sigue aún hoy diariamente en los medios de comunicación.

Declaraciones van, declaraciones vienen... el panorama para esta tienda de retail dista mucho de aclararse en las próximas semanas.

Es bueno resumir los principales números de La Polar (no sólo estados financieros sino que la cifra de consumidores afectados, y las "lucas" que están en juego), y las principales implicancias que esos números conllevan.

Claramente hay varias aristas:

- En primer lugar el montaje realizado por los gerentes encargados de esta multitienda principalmente para no reconocer cuentas por cobrar y castigar las pérdidas asociadas a una cartera de morosos de larga data (no tanto así para perjudicar a los consumidores como se podría pensar).

- En segundo lugar, los accionistas de la misma (los cuáles han perdido un dineral de aquellos) al destaparse el escándalo y las verdaderas cifras de la tienda.

- En tercer lugar, los clientes, que habiendo comprado, no pagaron sus cuotas puntualmente, o no las pagaron nunca, o pagaron al principio del periodo y después ya no pagaron más, la gran mayoria repactados unilateralmente. Por lo que si bien son víctimas de repactación que subió a las nubes el saldo adeudado, se originó por un simple no pago reiterativo que generó los incentivos (debido a su abundancia) de repactar unilaterlamente.

- En cuarto lugar, se vieron tremendamente afectadas las confianzas en el retail. Tenga por seguro que en el futuro, poca gente dudará en denunciar a viva voz cualquier irregularidad que vea en su estado de cuenta o un mal cobro, aunque sea por mil pesos.

Existe de un tiempo a esta parte (unos 5 años quizás) un empoderamiento del consumidor permanentemente y en alza a través del tiempo. El consumidor ahora toma las riendas de la transacción que está llevando a cabo. Conoce sus derechos, tanto porque se los han informado adecuadamente como por su propio interés de informarse. Se cuestiona crecientemente por qué le están cobrando lo que le están cobrando, cuantos días tiene para desistir de la compra realizada, a quien recurrir ante un mal servicio o compra de un producto que no cumple con sus expectativas o se encuentra en malas condiciones, las sanciones asociadas, las instituciones que existen y sus funciones, entre otras cosas.

A lo anterior, han ayudado también los hechos que se conocen semana a semana de los abusos de las empresas hacia sus consumidores, las colusiones en las que éstas incurren (caso colusión de la industria del pollo, caso colusión de farmacias, en investigación está la colusión de los supermercados). Las altas utilidades en algunas industrias, que no hacen sino que reafirmar que hay algo que está mal en el sistema. (utilidades de isapres, utilidades de bancos) Las "extrañamente" altas tarifas que rondan en el mercado, por ejemplo, las comisiones de las AFP (¿cómo es posible que una AFP X cobre un 2,36% de comisión versus la más barata que cobra un 1,14% y que a su vez, "la más barata" se adjudique la nueva cartera de afiliados con una comisión de 0,77% ostensiblemente menor que toda su competencia?) Lo anterior da la impresión de un mercado que está confabulado para "meter la mano al bolsillo" del consumidor.

Bajo los hechos descritos, se genera un escenario de antagonistas: Consumidor v/s Empresas, donde cada uno buscar obtener la mayor utilidad (el consumidor pagando lo menos posible y las empresas tratando de cobrar el mayor precio posible, como en todo mercado, oferta y demanda galopando) Sólo que hasta hace poco, había una diferencia abismal entre el poder de uno y otro. Donde los más poderosos (las empresas) no dudaban en ejercer su hegemonía, cobrando los precios que se les diera la gana, coludiéndose si fuese necesario y redactando contratos que dejaban al consumidor a merced de los abusos más diversos, con cláusulas que rayaban muchas veces en lo ridículo y, lamentablemente, no existía un consumidor mayormente informado ni las instituciones adecuadas para ello. Sumemos también la influencia de los medios de comunicación, con periodismo de investigación que han sabido hacer su trabajo y han puesto en evidencia lo que ocurría en un Chile que está cambiando, para bien en muchos sentidos... Sólo que hemos dejado de lado algo muy importante: Los deberes del consumidor (Parte II).